Últimas acuarelas antes de vacaciones

    Estas han sido las  tres últimas acuarelas antes de irnos de  vacaciones a Herreros de Jamuz, vacaciones en las que pienso pintar, especialmente al aire libre con apuntes o pintura rápida.
 

 Hojas de otoño.

Ellos en primavera,

yo ya en invierno.

    Me gusta trabajar el retrato aunque es lo que peor se me da al menos hasta ahora, el asunto de los parecidos es demoledor siempre más cuando todavía no dominas del todo la técnica. Aquí he trabajado a partir de una fotografía de Martín en octubre de 2015. He vuelto a cometer la torpeza de no partir de un primerísimo plano porque los retratos un poco alejados o en segundo plano me parecen más difíciles; no permiten trabajar bien los volúmenes del rostro.
    En breve acometeré la empresa de pintar a León pero me parece más propio hacerlo en Herreros de Jamuz. Todo se andará o se pintará.

Martín en otoño. Acuarela de 61 x 46 cms. sobre papel Arches de 300 grs.

Noche de San Juan,

solsticio de verano,

arde la lumbre.
El Teleno esconde al sol, 
fiesta en Castrotierra. 

   
    La vista desde la colina de Castrotierra me gusta mucho porque, a pesar de su poca elevación, permite hacerse una idea del valle del río Duerna, a un lado Fresno de la Valduerna, por otro el pueblo de Castrotierra y desde detrás del santuario se ve Riego de la Vega. Suelo ir casi todos los veranos y siempre hago fotografías. Esta acuarela está realizada a partir de una fotografía que hice el verano pasado colocando el objetivo entre dos barrotes de la verja de entrada al Santuario puesto que estaba cerrado.

 

   Santuario de Castrotierra (León). Acuarela de 61 x 46 cms. sobre papel Arches de 300 grs.

Había pintado ya el Santuario de Castrotierra a finales de 2016 desde en una acuarela desde el camino del cementerio con una viñas delante y la colina del Santuario detrás. La acuarela que he pintado ahora tiene un punto de vista más cercano y creo que la técnica ha mejorado ostensiblemente.



   Ya casi arrancando el coche para irnos de vacaciones he terminado esta acuarela que es parte de un proyecto para decorar una biblioteca escolar. 
     Ahora que ya se ha jubilado Avelina y lo ha entregado para su colegio puedo escribir que se trata de una acuarela para el C.E.I.P. "Cándido Domingo". Lo entregó en la comida de despedida que se hizo el 9 de marzo de 2019. Me hace mucha ilusión que esté en la biblioteca del colegio, ¿dónde mejor?

Abres el libro
se despliega la vida
bajo tus ojos.

   Niños leyendo en la calle. Acuarela de 68 x 68 cms. sobre papel Hahnemüle de 280 grs.

Previas a las vacaciones

          Amanece, y

vuelve la luz al mundo

todos los días.

 

     Empezamos con un amanecer y por tanto un estudio de luces. En este caso he partido de una fotografía de Vicente Lachén que publicó hace bastantes semanas en Facebook y la he trasplantado a la técnica de la acuarela, espero que no le moleste. En cuanto vi la fotografía me apeteció hacerla a la acuarela. Ha sido una pintura rápida en dos sesiones el mismo día, empleando la técnica húmedo sobre húmedo y finalmente toques finales a pincel seco.

Amanecer. Acuarela sobre papel Hahnemühle de 280 grs. A partir de una fotografía de V. Lachén.

     Se desperezan

los frutales, al calor

primaveral.

    Esta segunda acuarela, tan distinta de la anterior surge sin embargo de la misma manera. Nuestra amiga Emily Pérez de Herreros publicó en Facebook fotografías de las flores de ciruelos japónicos de su huerto en La casa de la pradera y me gustaron tanto después del largo invierno que intenté pintarlas como una especie de ejercicio. Lo he hecho en papel Hahnemülhe de rollo, sin grano, y noto que efectivamente hubiese sido mejor para las texturas, contar con papel de grano fino pero por otra parte también me gusta adaptarme a lo que tengo.

 Flor de ciruelo japónico en Herreros. Acuarela de 66 x 70 cms. sobre papel Hahnemühle de 280 grs. A partir de fotografía de Emily Pérez Cela.

Artista africana pintando con los dedos

Transforma en arte

aquello que trabaja

con hábiles manos.

     El arte popular o la artesanía de todos los países me gusta muchísimo, admiro profundamente a los artistas que hacen su obra en la calle ante la mirada de todos con materiales naturales y sin ninguna sofisticación. En cambio yo soy muy inseguro, al menos por ahora prefiero pintar en mi taller lejos de las miradas de los demás me gustaría convertirme en un buen artesano de aquellos que sabían trabajar con sus manos.

    Un paso adelante que quizás debo dar sería atreverme a pintar del natural, quizás este verano lo intente en Herreros. Empezaré seguramente con una especie de cuaderno de viaje hecho con técnica rápida, servirán de borradores para futuras acuarelas.

Mujer africana pintando con los dedos. Acuarela sobre papel 61 x 56 cms Winsor & Newton de 680 grs.

    Esta acuarela, que en algunos momentos se me complicó, me ha dado la oportunidad de trabajar con la luz, como casi siempre, y con las texturas de la pared, del vestido y tocado de la artista. También ha sido interesante el trabajo con los dedos impregnados de pintura.