Chopos cabeceros, al fondo el Moncayo

 Ven el Moncayo,

los chopos cabeceros,

igual que a un dios.

     Me gustó la fotografía de la que partí, la descargué de internet,  para hacer esta acuarela en técnica mixta con algo de tinta. 

     Son los chopos cabeceros, una singularidad del paisaje están tronzados por el viento de tal manera que a veces se les llama árboles trasmochos a los que una y otra vez les crecen las ramas desde el tronco. Me atraía la luz de atardecer alargando las sombras y los colores muy nítidos por la luz transparente del invierno.

 

Bajo el Moncayo

el paisaje idolatra

a su gran dios. 

Chopos cabeceros al fondo el Moncayo. Acuarela de 48 x 36 cms sobre papel Hahnemülhe de 425 grs.

 

 
 

Experimentando con la luz

 Luz deslumbrante

sobre paredes blancas

con tres macetas.

 

Vuelvo sobre el mismo tema, lo había pintado en tamaño pequeño con buen resultado pero quería ver si el efecto era el mismo aumentando las dimensiones. Voy a trabajar con la luz en próximas acuarelas. Rescataré fotografías de mis viajes al Sur y ahora me atreveré a pintarlas y veremos los resultados.

 

Ventana de cortijo a pleno sol. Acuarela de 41 x 31 cms. sobre papel Saunders de 300grs.. A partir de una fotografía de Digby Merry

 

La ermita de la Virgen de la Olmeda (Used) desde atrás.

 

Bajas del monte 

y al final del camino

surge la ermita.

     Tenía pendiente pintar una acuarela de la ermita de la Olmeda vista desde el camino que lleva o que baja del monte.

     El pasado verano Used nos sirvió de magnífico refugio para estar frescos durante el verano y a la vez sentirnos protegidos de la pandemia. Hice muchas fotografías de la ermita y así después de pintar ésta, ya tengo las dos visiones, de la cara y del revés o de la fachada principal y de la parte de atrás. 

     Era el paisaje de la tarde cuando se alargan las sombras. Esa luz, previa al crepúsculo, es una de las más interesantes en fotografía o en una acuarela.

Juega la luz,

al final de la tarde,

a inventar sombras.

Ermita de La Olmeda desde el camino de detrás. Acuarela de 46 x 23,5 cms sobre papel Canson de 240 grs.