No es esta escultura, ni la fotografía, ni tan siquiera la acuarela una composición especialmente estética, pero mi nieto Martín me pidió que la pintara para su habitación y sus deseos son órdenes para mi. Me gusta mucho hacerles caso a mis nietos.
Se trata de Sockman (el hombre del calcetín) una escultura que hay en una calle de Loughboroug y que a Martín le gusta.
Sockman. Acuarela de 36 x 48 cms sobre papel Hahnemuhle de 280 grs. |
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