Cuando las orillas son opuestas
los puentes sólo separan.
J. V. M
Confieso, sin rubor, que siento debilidad por los puentes. Como protagonistas plásticos de las acuarelas son elegantes en su afán de unir elementos muy diferentes: agua, tierra, vegetación, aire. Cicatrizan la herida producida en la tierra por el cuchillo del agua. Estéticamente son muy plásticos, sus volúmenes combinan los vanos con los macizos, las piedras o el hierro se integran o armonizan con el paisaje urbano o con los elementos de la naturaleza. El último que he pintado, esta semana pasada, ha sido le Pont-Neuf de Toulouse.
Visito de vez en cuando Toulouse para ver a mis amigos y ahijados. Cuando podemos visitamos la ciudad con buenos cicerones y reconocemos siempre en Toulouse una ciudad colorista, acogedora y quizás la ciudad francesa más cercana a nuestra forma de ser. Ladrillos, tejas y colores hacen de Toulouse una ciudad rosada y con reminiscencias islámicas, es lo que he intentado reflejar en esta acuarela.
Los ojos de Toulousse
miran el agua
desde el puente nuevo.
Pont Neuf de Toulouse. Acuarela sobre papel Arches de 31 x 41 cms. |
Los ojos de Toulousse
miran el agua
desde el puente nuevo.
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