domingo, 8 de enero de 2017

Cordes-sur-Ciel

    
   
   Cordes-sur-Ciel, pueblo medieval francés de Midi-Pyrénées, es una maravilla visual de lejos y de cerca. Nuestra gran amiga Lupe nos ha llevado, al menos dos veces, a visitarlo, una vez a pleno sol en verano y otra vez en otoño. Sus calles son escarpadas, pinas, físicamente cuesta recorrerlo. Hay que esforzarse para caminar por él pero sus calles están plagadas de talleres de artesanos y pintores. Vuelves con ganas de pintarlo y mediante la pintura tenerlo cerca para disfrutar de su luz, de sus colores, de sus edificios y sus calles. Me falta, sin duda, la capacidad de comunicarme mejor con sus gentes.



  


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