viernes, 23 de diciembre de 2016

Volviendo sobre nuestros pasos

    Cuando pintas algo que te atrae es porque te gusta mucho y tienes deseos de hacerlo tuyo de dar tu visión sobre ello. Cuando empecé a dibujar y colorear lo hice intentando plasmar paisajes que me gustaban mucho, principalmente eran interpretaciones de fotografías que había hecho en mis viajes. Evidentemente a pesar de mi esfuerzo los resultados no resultaron satisfactorios, así que tendré que volver sobre mis pasos e intentarlo ahora, que algo he mejorado. Puede ser peligroso en el sentido de que entre en una espiral en la que siempre pinte lo mismo porque siempre el resultado sea mejorable, siempre lo es. Me veo como el personaje de Mankell, el padre del inspector Wallander que siempre pintaba el mismo cuadro con o sin urogallo

     Este es un paisaje urbano, de una plaza que me gusta mucho. Los paisajes urbanos me atraen especialmente sin eliminar algunos elementos como furgonetas, bicicletas o paseantes.


Plaza de la Magdalena. Acuarela sobre papel de 36 x 48 cms




lunes, 5 de diciembre de 2016

Autorretrato y cactus en flor

    Puede parecer pretencioso hacerse un autorretrato, más cuando uno está todavía en sus primeros balbuceos pero para empezar en figuración y masacrar a alguien el primer candidato debe ser uno mismo.
    Luego tiempo habrá que ir mejorando para que la gente retratada no se moleste demasiado y no perder amistades. También cabe pintar y titular la acuarela como Mujer en Alquezar, por ejemplo, así uno no se compromete con la/el figurante de la acuarela.


Autorretrato. Acuarela 36 x 48 cms.




    Sigue atrayéndome pintar plantas, en este caso es una maceta de cactus en flor que llevamos hace años al colegio Julián Sanz Ibáñez. El trabajo con plantas y flores es bastante agradecido y muy en consonacia con las técnicas de la acuarela. 


Cactus en flor. Acuarela de 31 x 41 cms

viernes, 25 de noviembre de 2016

El taller

    El espacio para trabajar tranquilo es muy importante. Tengo la suerte de tener un taller para pintar, una habitación de una vivienda que no estaba en uso. Prefiero la palabra taller, que tiene connotaciones de trabajo manual o artesano, que la de estudio que suena más pretenciosa. Allí tengo todo el instrumental listo para poder ponerme a pintar o escribir en el momento que quiero. Siempre pongo música: jazz o música de cámara casi siempre. La música me da el tono y el ánimo para emprender un proyecto u otro.




    La comparto con un amigo, Juanjo. Cada uno tenemos una habitación para nuestro respectivo uso y así resulta menos solitaria la tarea porque aunque cada cual trabaja en su espacio, siempre hay conversaciones y puntos de vista diferentes a tener en cuenta. Es habitual que cuando estás muy enfrascado en la tarea no te des cuenta de algún error o de colores o texturas mejorables, que alguien te lo comente antes de que no puedas rectificar es importante.

martes, 22 de noviembre de 2016

Used (Zaragoza)

                                         La realidad no es lo que es. Consiste en                                              las muchas realidades en que puede
                                         ser convertida.
                                         Wallace Stevens: Adagia (266)
     
    Nací en Used hace algo más de 60 años. Voy allí en verano, cuando está la familia más próxima y también, como en casi todas partes a las que voy, suelo hacer muchas fotografías, que ahora me servirán para ir pintando acuarelas. 
    Se me presenta el dilema de si hacer acuarelas sin personas, sólo paisaje, o correr el riesgo de representar la figura humana. Supongo que iré haciendo de todo un poco. 
    Es verdad que las representaciones de la realidad sin nadie resultan fantasmagóricas, irreales, pero también es verdad que preferimos las fotografías o los paisajes naturales sin figuras humanas, puros.



Used, calle Armarios. Acuarela de 31 x 41 cms en papel Arches



miércoles, 16 de noviembre de 2016

Los temas de los artistas

                                     "Un tema grandioso no garantiza 
                                       un efecto grandioso sino, 
                                       muy probablemente, todo lo contrario."                                              Wallace Stevens, Adagia (27)


    Las escenas y situaciones de la vida cotidiana son bellísimas sólo que hay que saber mirarlas adecuadamente y descubrir todos los valores que atesoran. Esto mismo pasa en las acuarelas o en la poesía. Quien pudiera, como un auténtico creador, darles con los pinceles o las palabras, la dignidad y la belleza que tienen el trabajo bien hecho o a los objetos que empleamos en nuestra vida diaria.


Los Mallos de Riglos. Acuarela de 36 x 48 cms.

Maceta con la planta del dinero, de mi terraza de Zaragoza.
Acuarela de 32,5 x 46 cms.


 

martes, 15 de noviembre de 2016

Rectificando, que es gerundio

     Hoy he dedicado la mañana a rectificar algunos elementos de dos acuarelas. Cuando las ves detenidamente hay veces que encuentras fallos subsanables. Por ejemplo en el caso de la primera, la maceta de hortensias fallaba el fondo y la intensidad de color de algunas flores. La dejo así

Maceta de hortensias. Acuarela 36 x 48 cm.

    En el caso siguiente, al contrario, el primer plano resultaba con hierbas muy regulares y verticales. Había que poner la irregularidad propia de la naturaleza y de la vida. Queda, pues, así

Santuario de la Virgen de Castrotierra (León)  Acuarela de 36 x 48 cm.





La poesía y el arte de mirar

    En la mayoría de las actividades que tienen que ver con la creación la mirada y el arte de mirar son esenciales. Y cuando digo creación me dan ganas de decir simplemente lo que uno buenamente hace con pretensiones de hacerlo. 
    Como dice muy bien Jorge Wagensberg "la poesía evoca diciendo lo máximo con lo mínimo, la filosofía provoca haciendo lo contrario".
    En la acuarelas me gustaría eso mismo con lo mínimo poder ver mejor. Hay un poema de Luis Javier Moreno que me parece clarividente, hablando de miradas, se titula Juan Gris y dice:

La mañana es la forma de una taza humeante
de café muy cargado, que es lo que desayuna
la luz mientras espera que Juan Gris la reciba.
Ella, azul toda, espera por la música,
la cadencia aritmética de cámara,
que Juan Gris le ha pintado para cuerda...
la melodía a dúo cruza un puente en el barco
de la naturaleza pasajera
del amor y la vida y el recuerdo del agua.

Hace tiempo que llueve por la fruta que él pinta,
las cerezas le aman y las uvas ajustan
el racimo a la forma de sus fruteros planos.
Los extremos del mundo
concurren en la línea de su abierta ventana:
se han convertido en aire las cortinas
para el triángulo ocre del velero
que aproxima la seda azul de la bahía
al borde de su mesa fragante de manzanas...
El corazón del horizonte crece
en la mirada, GRIS, que le da forma.

Juan Gris: Bodegón con uvas.

Loughborough

Loughborough

    ¿Qué se me ha perdido en Loughborough? La familia. Allí viven mi hija, Nuria, con su marido, José, y los tres nietos: Simón, Martín y León. Es una ciudad en las Midlands de Inglaterra con un clima que hace que a o  os meridionales como los nuestros, todo les parezca verde.

Martín, León y Simón, de izquierda a derecha.

      También de allí me gusta hacer acuarelas, suelo hacerlas al volver, seleccionando entre las fotografías que he hecho en el viaje. En otra entrada refexionaré sobre las ventajas y peligros de trabajar sobre fotografías y también sobre la necesidad de estudiarlas previamente decidiendo qué vamos a reproducir en la acuarela y cómo. O al menos cómo lo voy haciendo yo, de momento.


Avelina en Loughborough Park.  Acuarela de 36 x 48 cms.

 Loughborough Tower.  Acuarela  de 36 x 48 cms.

lunes, 14 de noviembre de 2016

Herreros de Jamúz



       Este verano hemos estado en Herreros de Jamúz, cerca de La Bañeza, más de un mes y por lo tanto ha habido tiempo de ver muchas cosas en los alrededores. Llevé allí mis humildes pertrechos de aprendiz de acuarelista y junto con mi amigos Mª Luisa y Juanjo estuvimos disfrutando de lo que nos ofrecían los pueblos de León y cercanías. También montamos un taller en el patio de la casa rural de Herreros y de aquella actividad han salido ya unas cuantas acuarelas, mi proyecto es terminar una serie de al menos 10. Ha sido tan placentero que estoy esperando con ganas que llegue el próximo verano.



Herreros de Jamúz, iglesia, Acuarela de  32,5 x 46 cms.
Iglesia de Quintanilla (Zamora), Acuarela de 32,5 x 46 cms.

La panera de los Cervatos, Herreros de Jamúz . Acuarela de 32,5 x 46 cms.

Quintanilla (Zamora), construcción tradicional. Acuarela de 32,5 x 46 cms.

Puente de Valimbre. Acuarela de  32,5 x 46 cms.

Santuario de la Virgen de Castrotierra. Acuarela de 36 x 48 cms.




Los viajes y las acuarelas



    Cuando voy de viaje y éste va a durar varios días me gusta llevar los aperos de acuarelista aficionado, cada vez más ajustados a las necesidades, porque fotografío y pinto después.
     Este año he estado unos días en Vallègue, cerca de Toulouse, un mes en Meluzien (Francia) y luego otro mes en Herreros de Jamuz, que es el pueblo natal de mi mujer, Avelina.
    De mi estancia en Francia son frutos estas tres acuarelas

Avallon, Palacete. Acuarela de 32,5 x 46 cms. 

Vezeley, jardín mirador. Acuarela de 32,5 x 46 cms.
Albi.  Acuarela de 32,5 x 46 cms.







Corrigiendo


    A menudo, me ocurre que, después de acabada una acuarela no me deja satisfecho, supongo que pasa siempre en mayor o menor grado. Pintar, dibujar, escribir son actividades en las que hemos de aprender a vivir con algún grado de frustración. Cuando comenzamos una nueva acuarela tenemos un alto grado de expectativa, después, cuando la terminamos, hemos de conformarnos, en general con que no nos avergüence, es aquello del aprendizaje de la decepción y al mismo tiempo la decepción del aprendizaje pero una cosa es segura aprendemos de nuestros errores.

Vista general de olivares en Jaén, cerca de Úbeda.  Acuarela de 32,5 x 46 cm

Olivares más cercanos, del Bajo Aragón.  Acuarela de 32,5 x 46 cm

sábado, 12 de noviembre de 2016

Qué me interesa pintar



    En principio estoy pintando paisaje porque me resulta aparentemente más fácil que, por ejemplo, el retrato. Además resulta muy atractivo trabajar a partir de fotografías, te permite un ritmo más pausado. Intento que la mayoría de las fotografías que empleo como punto de partida sean propias, es decir que, empleo las fotografías de mis viajes o vacaciones. De esta forma pinto sobre los paisajes o las cosas que me son afines y queridas.

 Clemati de Le Château d'Epoisses - Bourgogne Papel 32,5 x 46 cm
Geranio de mi terraza. Papel 32,5 x 46 cm

Principio


El principio



    Va a hacer pronto dos años que me jubilé. No quería más que poder hacer, a partir de entonces, aquellas cosas que verdaderamente me apeteciese hacer. Es casi imposible conseguirlo. La vida te salpica constantemente y sólo puedes, como siempre, sobrevivir intentando además poder hacer alguna de las cosas que te gustan.
    Hace casi un año empecé a hacer pequeños dibujos para acompañar algunos de mis escritos pero de forma inexplicable, para mí, me fui aficionando a dibujar y pintar. 
    Ahora estoy dedicado a aprender las técnicas de pintar a la acuarela. No lo había hecho nunca por lo que me cuesta. Me da gran satisfacción dedicarme a ello. No se necesitan muchos materiales: papel, pinceles y los colores. Sí que se necesita constancia y trabajo. A cambio, es una ocupación que relaja, siempre que sepas ver tus propias limitaciones. Poco a poco vas progresando, lo ves cuando, retrospectivamente, revisas las acuarelas que has ido pintando anteriormente. Al principio conviene ser cauto y no emprender trabajos complejos, más tarde irás atreviéndote a acometer proyectos que antes te parecían irrealizables.


Una de mis primeras acuarelas.