Bajo el sombrero
me miras y te miro
para pintarte. Cuando se tiene la veleidad de pintar un retrato y no se tiene demasiada seguridad de que resulte bien, por aquello del parecido, un recurso socorrido es pintarse a sí mismo, de esta forma los destrozos quedan en casa. Este es el caso de mi autorretrato con sombrero que ahora subo al blog. Partí de una fotografía que me hizo Avelina en Compludo (León) y fui simplificando lo que pude sin olvidarme de aquellos rasgos que tanto nos ha costado conseguir, arrugas u ojeras por ejemplo. No me disgusta en absoluto el resultado.
Mirar tu rostro,
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