Ver el instante,
perpetuar la belleza.
Eso es un haiku.
La fotografía de la que partí para pintar esta acuarela la colgó en su muro de Facebook el amigo Antonio Martínez, cuando la vi pensé en pintarla aunque recortándola un poco. Es una estampa muy bella de Sigüenza. Observo además que las acuarelas rápidas, pintadas en una sesión o dos son como los haikus una interpretación rápida de la realidad.
Después de una serie de acuarelas en formato pequeño voy a ir pasando a otros tamaños poco a poco.
Sigüenza,
La catedral desde las afueras. Acuarela 32,5 x 23 cms. sobre papel
Canson de 240 grs. A partir de fotografía de Antonio Martínez Valero |
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