Bellas y efímeras
son rubores del campo
las amapolas.
En otro momento ya pinté un paisaje con amapolas (entrada "amapolas" del
02-10-2018), con muchas amapolas y aunque no quedé descontento sí me di cuenta
que no por poner más amapolas el paisaje quedaba mejor. Como casi siempre podríamos
decir que menos es más. Me acordaba al pintarlo de mi admirado Charles Baudelaire, siempre la poesía como referencia de conocimiento,
que decía:
«¿Es que no ha
observado que un trozo de cielo, visto a través de un tragaluz, o
entre dos chimeneas o dos rocas, o a través de una arcada, nos ofrece una idea
más profunda sobre lo que es el infinito que ese gran panorama que se abarca
desde lo alto de cualquier montaña?» Carta a Armand Fraisse del 19 de febrero
del 1860.
Muy a menudo los
poetas son clarividentes, no hacía falta plagar
el campo de amapolas tiñéndolo de rojo. Resaltan y aportan mucho más si son solo unas cuantas. Así lo he hecho en ésta acuarela que coloco más abajo. Es un paisaje con colores intensos, primaverales, limpios, todavía casi recien estrenados. He disfrutado pintándola.
Paisaje con amapolas. Acuarela de 76 x 56 cms. sobre papel Sennelier de 300 grs. |
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