domingo, 9 de diciembre de 2018

Bodegón con membrillos.


Nos da el membrillo,
además de su aroma,
toda su luz.




Bodegón con membrillos. Acuarela de 61 x 46 cms. sobre papel Arches de 300 grs.






   

       Desde hace cinco años unos amigos, Clara y Juan,  nos regalan en otoño una banasta de membrillos que nosotros cocinamos haciendo mermelada, tenemos para todo el año. Este año la cosecha fue más abundante y también hemos hecho, además de mermelada, dulce de membrillo y membrillos al vino tinto con canela y clavos de olor.  Como he tenido también más tiempo antes de cocinarlos, preparé  una sesión fotografica con los membrillos y los materiales de cocina que íbamos a emplear. De esta sesión fotográfica seleccioné una fotografía para hacer un bodegón a la acuarela. Ésta que ahora vemos. Me gusta porque aparecen nuestros utensilios de cocina dándole aspecto cotidiano. Eso crea un vínculo de afectividad con lo que miras.

      Tienen los membrillos amplio recorrido en la pintura y en general en las artes plásticas pero también en la literatura. Cervantes y Cunqueiro se hacen eco de sus cualidades gastronómicas, aromáticas e incluso curativas o hechiceras.  No me extraña son capaces los membrillos de disipar la niebla y guardarla en su corazón.

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