Gustar a todos
con tu arte es imposible.
Amarillos y azules,
decía Gustav Klint,
son los imprescindibles.
En junio de 1917, a partir del reportaje aparecido en
El País Semanal: Más que ramos, frenesí, pinté la primera versión de esta acuarela. En la revista fantaseaban con que era un ramo barroco en tonos que recordaban a Gustav Klint: Retazos Modernistas lo titulaban. Yo simplemente lo llamé Ramo en tonos amarillos y azules. Fue muy entretenido y agradable pintarlo y armonizar colores complemetarios.
Esa acuarela, la primera, podéis verla en la entrada titulada "Las tres últimas acuarelas antes de las vacaciones" 28/6/17. La regalamos a unos amigos de La Palma d´Ebre pero yo la echaba de menos en casa y decidí pintarla por segunda vez. Este es el resultado de mi segundo intento de aproximación. Los colores son ahora más intensos.