Esas cocinas,
en familias humildes
como las nuestras,
derrotaban al frío
y paliaban el hambre.
Me ha gustado pintar este bodegón con hortalizas del huerto de Conchita y Jamín colocadas sobre la cocina económica que tenían los padres de Avelina en Herreros de Jamuz. Después de hacer las fotografías, con distintas composiciones que me sirvieron de base para pintar el bodegón, evidentemente hice un pisto excelente con ellas.
Esas cocinas bilbainas o económicas fabricadas por Julián de Abando, como en este caso, o por Sagarduy además de servir para cocinar e intentar matar el hambre daban calor en las cocinas de posguerra. Les tengo mucho cariño y me parecen además objetos sumamente estéticos.
Otro de los elementos que me gustaría pintar en algún momento sería una radio de galera que tengo asociada mentalmente a los mejores momentos de mi infancia cuando oía las dramatizaciones de novelas o de obras de teatro en Fuentes de Ebro. En otro momento lo haré.
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| Bodegón con cocina económica. Acuarela de 61 x 46 cms. sobre papel Arches de 300 grs. |
